Aunque a día de hoy el sexo anal no es tan tabú como antes, son muchas las mujeres que siguen teniendo reticencias a la hora de realizar esta práctica sexual.

Una de los principales motivos son las dudas e interrogantes que se nos presentan: ¿es seguro? ¿qué se siente? ¿puedo llegar al orgasmo haciéndolo así?

Spoiler: la respuesta a la última pregunta anterior es sí (¡cómo para no serlo! Existen ocho diferentes tipos de orgasmos, así que estaba claro que uno de ellos iba a tener que ver con el sexo anal).

 

 

Cuáles son los beneficios de practicar el sexo anal
Lo primero que tenemos que tener claro es que en cualquier juego sexual todo lo que debe aparecer tiene que ser fruto de nuestros deseos. El sexo anal no es más beneficioso que otro tipo de practica sino que todo dependerá de lo que nos estimule en el momento y nos resulte más excitante. Según Sigrid Cervera, sexóloga de referencia del Museo de la Erótica de Barcelona, esta estimulación puede ser tan placentera como cualquier otra práctica erótica, todo dependerá de qué nos guste y de qué queramos hacer. Esto es lo que determinará en última instancia que una estimulación resulte gustosa o no.

 

 

Ahora bien, si ya estás en ese punto en el que te apetece darle una oportunidad al sexo anal pero te faltan razones para lanzarte a dar el paso, te vamos a contar ocho motivos que te harán querer probar a hacerlo por atrás la próxima vez que te excites.

 

 

Obviamente, si el pene no llega a la vagina, es muchísimo menos probable que un espermatozoide pueda colarse y fertilizar un óvulo. Un beneficio muy importante si tu principal preocupación durante el sexo es la posibilidad de quedarte embarazada (eso sí, si después de practicar sexo anal no te baja la regla no te asustes, porque hay muchas más razones por las que se puede retrasar la menstruación). «Aunque, en casos muy aislados, el esperma consigue llegar a la vagina, no es lo común», dice la médico Mary Jane Minkin, profesora del departamento de obstetricia, ginecología y ciencias de la reproducción de la facultad de medicina de Yale.

Pero que no te puedas quedar embarazada no implica que esta práctica no tenga riesgos. Debes seguir utilizando protección porque sigue existiendo el riesgo de contraer una ETS o infecciones como la vaginosis bacteriana, señala Minkin. Para evitarlas, utiliza siempre condón aunque eso sí: no puedes pasar directamente al sexo vaginal tras el sexo anal salvo que te hayas cambiado de condón antes de hacerlo…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *